jueves, 23 de octubre de 2014

Convivencias 1º Bachillerato


UN DÍA DE CONVIVENCIA
El veinticinco de septiembre los alumnos de primero C de bachillerato, al igual que otros días el resto de grupos, nos fuimos de convivencias con nuestra tutora Yolanda y José Ignacio, nuestro profesor de religión.
Los alumnos que ya habíamos cursado la ESO en el Sagrado Corazón teníamos para ese día una serie de expectativas que se resumían en conocer a los compañeros con los que compartíamos clase y realizar distintos ejercicios y juegos de reflexión personal.
Pero aquel día, la novedad no sólo era que vestir de calle había dejado de serlo, sino la manera en que reflexionamos. Al igual que los años anteriores, comenzamos y terminaos el día con una oración y hablamos del papel de Dios en nuestra vida y de diferentes aspectos de ésta. Sin embargo, y a mi parecer, caben destacar dos diferencias, o mejor dicho, dos ejemplos.


La primera fue un ejemplo físico en relación con uno de los valores de este curso: el esfuerzo.  Se trataba de concienciarnos de la necesidad de ir generando nuestro proyecto de vida personal, de cómo hemos de saber distinguir nuestras prioridades para vivir una vida plena. El ejemplo fue  un tarro. Un tarro lleno con piedras de tres tamaños diferentes, arena y agua del que José Ignacio nos contó la historia. Y es que un día llegó un hombre a dar una conferencia con un tarro similar. Lo primero que introdujo fueron las piedras de mayor tamaño hasta que llegaron hasta arriba, y preguntó: "¿Está lleno este tarro?". "Sí" fue la respuesta unánime que recibió. Entonces metió en él unas piedras un poco más pequeñas que ocuparon los espacios vacíos que las anteriores habían dejado, preguntando de nuevo "¿Está lleno ahora?" Esta vez todos guardaron silencio, excepto un hombre que contestó convencido "Sí, ahora lo está." Este hombre afirmó hasta una tercera vez que el tarro estaba lleno (después de que el conferenciante dejara caer las piedras más pequeñas para que rellenaran los huecos que no habían ocupado las otras) y de nuevo se equivocó, porque el otro dejó correr arena en el tarro, la cual llegó hasta los más recónditos y pequeños huecos por vaciar. Al preguntar esta vez si estaba lleno, la respuesta fue negativa. "Efectivamente" continuó, y vació una botella de agua en el tarro hasta que éste quedó a rebosar. Y fue en ese momento cuando el tarro quedó lleno. Después el hombre explicó a los presentes que si hubiera empleado cualquier otro orden para llenar el tarro, no hubiera cabido todo lo que había logrado introducir de aquel modo. Pues, al igual que en nuestras vidas, lo primero han de ser las piedras, los pilares fundamentales (los más grandes) y sólo dependen de uno (la familia, los amigos, los estudios....) e ir rellenando poco a poco nuestros días con cosas secundarias, que nos pueden aportar felicidad, pero no son lo principal en nuestra vida.
La segunda dinámica se centró en el valor de la comprensión hacia los demás. Se partió también de un ejemplo, el mejor ejemplo que podríamos emplear: nosotros mismos. Y es que esta vez no nos limitamos a rellenar una ficha o ponernos en los zapatos de otros sino que realizamos un juego mediante el cual vimos nuestros errores e intereses en primera fila. Todos sabíamos que nuestra forma de actuar protagonizaría el siguiente ejemplo a reflexionar, y sin embargo nos dejamos llevar por la codicia, el egoísmo y la desconfianza.
Se trataba de ganar dinero. Así pues, divididos en cuatro grupos y con papel y boli en la mano, si todos escribíamos una Y todos ganaríamos dinero (que José Ignacio nos daría); si todos escribíamos X todos perderíamos dinero (que José Ignacio ganaría) y si algunos poníamos Y y otros X, los que habían puesto X se llevarían lo que los que habían puesto Y perdieran. Todos teníamos el instrumento para ganar en nuestras manos. Sólo dependía de nosotros. Pero al mismo tiempo, todos teníamos el instrumento que nos llevaría a la ruina. Por tanto, los desconfiados pensamos que era imposible que el resto de grupos no nos la jugaran, los codiciosos pensamos que incluso aunque el resto de grupos pusieran la Y los beneficios individuales optaban a ser mucho mayores poniendo la X, y los egoístas pensamos que si un grupo iba a tener que pagar al resto, no sería el nuestro. Y así quedó resuelta una de las dudas existenciales del hombre, que decía: "¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? En nuestra clase no hubo duda: la gallina. Tras varios intentos en los que sólo un grupo fue capaz de confiar en el resto y puso la Y, Yolanda y José Ignacio nos explicaban de nuevo las claves del juego. Se permitió a un representante de cada grupo salir a negociar con el resto. El acuerdo que se estableció hubiera quedado claro sin necesidad si quiera de una mirada: todos pondríamos Y la siguiente ocasión y así los beneficios serían comunes. Sin embargo, a cualquiera, incluso a ti (Sí. Lo sabes. Lo sabemos) se le pasaría una idea por la cabeza. "Si ahora ponemos X todos los grupos tendrán que darnos dinero y nosotros ganaremos muchísimo". Todos creímos ser auténticos estrategas al apuntar nuestra letra. "Creo haberos explicado bien el juego. Todos ganaréis sí ponéis Y" dijo José Ignacio. Supongo que él pudo percibir sonrisas maliciosas desde cualquier ángulo, que ansiaban declararse culpables y ganar dinero. "Todos habéis puesto X". Al principio reinaron el silencio y las miradas estupefactas (al parecer no éramos los únicos astutos) que se vio seguido de una sonora y unánime carcajada (¿Era realmente gracioso?). Hubo dos pactos más y un total de diez intentos. Al final del juego, no habíamos coincidido poniendo todos la Y en ninguna ocasión y la deuda común superaba con creces los siete mil euros. ¿Moraleja? No te dediques al juego. Y, desde un punto de vista cristiano, que hay que mirar por el bien común y no sólo individual, porque al final la recompensa es mucho mayor.
Podría haber resumido el día contando que hacía un frío demoledor y que comimos de pie con tal de quedar al sol, pero al fin y al cabo eso lo puede contar cualquiera. Bromeando o no, esta convivencia nos hizo reflexionar realmente y considero lo relatado el pilar de ella.
Mercedes Villar Ortiz

1º “C” Bachillerato

Un día de convivencia. 1º Bachillerato




El jueves 25 de septiembre, los alumnos de 1ºC de bachillerato disfrutamos de un gran día en una de las casas de religiosas, como cada año. Tras un monótono viaje en autobús, al fin llegamos a Miraflores. Comenzamos la mañana leyendo el evangelio. Después, escuchamos y comentamos un poema de Ruyard Kipling, tras el cual vimos un video (con una excelente ambientación musical) en el que un hombre cortaba el capullo de una mariposa, para ayudarla a salir. Sin embargo el resultado fue al contrario, ya que ese esfuerzo era necesario para que sus alas se formasen. Seguimos tocando este tema con un corto de Pixar, muy cuqui.


Además, José Ignacio nos enseñó un tarro con piedras de diferentes tamaños, que él mismo-recalcó- había recogido. Pero tendréis que esperar a primero de bachillerato para saber el significado de éste.
Y llegó la hora del descanso. Tras contantes idas y venidas de bolas de patatas, y dos silenciosos paparazzi, haciendo fotos a escondidas que luego enseñarían en la reunión de padres, tocó volver a la sala. Esta vez la dinámica fue muy entretenida, pues en grupos teníamos que obtener el mayor beneficio. Sin embargo, hasta el final no nos dimos cuenta de que cuanto más nos beneficiábamos a nivel personal, más nos perjudicábamos como grupo. Esto nos dio que pensar. “La única manera que tenéis de ganar es poniendo “y”,  se podía oír constantemente de fondo.
Y por fin llegó la hora de la comida, como siempre, una de las horas más divertidas del día. Año a año vamos observando que es aquí realmente donde más nos relacionamos como grupo. Algún que otro momento gracioso hubo.
Y por último, la típica reflexión final antes de empezar a andar hacia el autobús, en el cual se empezó a apreciar realmente 1ºC de Bachillerato como un grupo.

Alicia Contreras y Elena Pavía

domingo, 12 de octubre de 2014

Precioso montaje de CaritasInternationalis bajo el lema ONE HUMAN FAMILY, ZERO POVERTY



For 60 years, Caritas Internationalis has responded with love and action to human suffering in an unjust and unequal world. The Caritas confederation has members in over 160 countries providing humanitarian relief, development and peacebuilding. Caritas seeks a world in which the continued existence of extreme poverty is unacceptable. Caritas believes zero poverty is possible if we act as one human family.

sábado, 11 de octubre de 2014

¿Cuál es tu palabra favorita?

A esta pregunta contestamos los de 1º Bachillerato a principio de curso y las respuestas fueron de lo más variopintas: catarsis, enchufe, tesitura, ñu, mañana, albóndiga… Ahí están, pegadas en los corchos de nuestras clases. Tú también puedes verlas

Algunos las eligieron porque les gusta el significado, otros porque simplemente les gusta cómo suenan… ¿y tú? ¿Nos dices cuál es tu palabra?